¡Qué follón! Resulta que yo soy una madre estándar que usa champú del supermercado, no de marca blanca, pero tampoco que cueste más de 4 euros el bote. Vamos, que desde que Pantene llegó a España con su idea del Suave y liso, yo no he usado otra cosa. Sin embargo, será la vejez, la lactancia, los embarazos que me han quitado hasta la fuerza en el pelo, o que esta gente le ha cambiado la fórmula o vete tú a saber qué, llevo unos meses en los que mi Pantene barato no me hace el mismo efecto. ¡Horror! Porque tampoco es que le pida milagros a un champú, pero…